LETRAS DEL DISCO

1.

Ciudad sin Piedad

En los ojos de la noche

Te podrías congelar

Cuando por las escaleras

Alguien te quiera empujar.

La muchacha que quisiste

Se ahogó en un mar de alcohol

Y cayó por el barranco del dolor

 

Gritos en la oscuridad

Se oyen en esta ciudad

Sin piedad.

 

Buscamos en las paredes

El rastro de una ventana

Sin vivir en el presente

Y temiéndole al mañana.

La vida es como estar

En un taxi que va y viene,

Aunque pare, el taxímetro

No se detiene.

 

Gritos en la oscuridad

Se oyen en esta ciudad

Sin piedad.

 

Y te echaron a la calle,

Estabas en casa un día,

Comías con tu familia

Y llegó la policía.

Los vecinos que te vieron

Cómo dejabas tu hogar,

Deseaban no estar

Un día en tu lugar.

 

Gritos en la oscuridad

Se oyen en esta ciudad

Sin piedad.

 

2.

Saber Dónde Estar

Era de madrugada,

No querías despertar.

Tal vez en aquel juego

No debiste apostar.

El timbre como un cuchillo

El silencio rasgó,

Y un cadáver clavado

Al pavimento quedó.

 

Una historia confusa,

Nadie oyó, nadie vio;

La policía entonces

Un culpable buscó.

Cuando del miedo sabes

Que no puedes huir,

Hay un tiempo en que vives,

Y otro para morir.

 

Se trata de saber dónde estar,

Si del lado correcto del azar;

Y es mejor que los hagas reír,

Pues te pueden matar

Y es mucho mejor vivir.

 

Hay algunos que piensan

Que hacen las cosas bien;

Procurando que siempre

Les proteja la ley;

Pero hay otros que si

Saben de qué lado estar;

En donde la injusticia

No les puede tocar.

 

Se trata de saber dónde estar,

Si del lado correcto del azar;

Y es mejor que los hagas reír,

Pues te pueden matar

Y es mucho mejor vivir.

 

3.

El Conejo de Alicia

En la habitación de Alicia

Había un gran espejo

A través del que podía

Visitar a su conejo

Que corría con alarde

Pues siempre llegaba tarde.

Alicia que tenía

Una vida tan oscura,

Gracias a su conejo

Emprendió una gran aventura;

Vio venir la primavera

Dentro de su madriguera.

 

Los labios del conejo de Alicia,

Sonríen cuando ella lo acaricia.

 

Ofreciéndole una seta

Una oruga le decía:

Si comieses de mi fruta

Muchas mas cosas verías;

Y si la comes bien,

Mas cosas podrías ver.

Alicia se encontró

Riendo en la oscuridad

A un gato que se hacia

Invisible a voluntad

Y confesaba ser

De la corte de Lucifer.

 

Los labios del conejo de Alicia,

Sonríen cuando ella lo acaricia.

 

La duquesa aquella tarde

A Alicia dejo perpleja

Cada cosa para ella

Tenía una moraleja:

Alicia sin tu conejo,

No habrías llegado tan lejos.

 

Los labios del conejo de Alicia,

Sonríen cuando ella lo acaricia.

 

4.

Em tornes a buscar

Un moment en el temps,

Vestigi rescatat

D’un forat al desert;

Sentint la teva veu

Ha viatjat el meu cor

Travessant l’univers,

I em perdo en els teus ulls

Que volen com ocells.

 

Em tornes a buscar

Amb la teva margarida nua a la má,

Amb el teu vestidet

Que amaga el teu cos

Que és un dolç ganivet

I el teu jardí és el lloc

Del meu enterrament.

 

En la teva mirada

Li robaré la llum

A la matinada;

I a ta pell despullada

Serè un gos

Mort de set

En una font salada;

Un sospir en el vent

De gavina cansada;

Un llampec clavat

A una branca tallada.

 

I jo em dic que no,

Que no puc sentir

De nou la teva escalfor;

però tot i així

la vida és difícil

per a tu i per a mi

I el món no s’atura

Per un cor patint.

 

5.

El Regreso

Una mañana azul de marzo

María se duchaba

Antes de desayunar.

Su cuerpo mojado

Daba destellos de luz;

El teléfono ha sonado

Ella corre a contestar.

 

“Hola, soy Gabriel,

Estoy aquí,

Acabo de volver;

He venido,

He venido para verte a ti”.

 

El cuerpo desnudo de María

Era una hoja mojada

Que se estremecía.

Preparó un café,

El timbre sonó,

En la punta de sus pezones

Y la puerta se abrió.

 

Una mirada

Atravesó sus ojos, voló,

Voló en el tiempo

A través de su piel;

No quiso preguntar,

No quiso preguntar,

No quería saber.

 

Un beso largo, largo

Como el deseo,

Las manos que vuelan,

La ropa en el suelo.

El reloj camina hacia atrás

En el tiempo presente,

La piel se moja, se moja

De caricias ausentes.

 

Una mirada

Atravesó sus ojos, voló,

Voló en el tiempo

A través de su piel;

No quiso preguntar,

No quiso preguntar,

No quería saber.

 

Una puerta se abre

En mitad de la noche,

Se enciende todas las luces

De la violenta irrealidad.

Los pasos se dirigen

Hacia una habitación;

Los amantes duermen abrazados

En la oscuridad.

 

Y las balas caen,

Y las balas caen en sus cuerpos,

Como fantasmas

De otros tiempos.

 

6.

Canción Letal

En el bar L’Astrolabi

Actuaba un cantautor

Que interpretaba siempre

Sus canciones con pasión.

En su día aprendió

El oficio de conjugar

La música y las palabras

Con el arte del cantar;

Y le tenían miedo

Las botellas de aquel bar.

 

Pero un día de otoño

Se planteo seriamente

La triste posibilidad

De la muerte:

Si nunca elegimos

Como vamos a vivir,

Por lo menos decidamos

Como queremos morir;

Y esa idea desde entonces

No le dejaba dormir.

 

Un buen día decidió

Luego de esa reflexión

Provocarse una eutanasia

Componiendo una canción;

Y combinando la silabas

Adecuadamente,

La tonada produciría

El sonido de la muerte;

Y cantando quedaría

Como un fiambre de repente

 

A veces se tienen ganas de cantar

Una canción letal.

 

Una vez terminada

Aquella extraña canción,

La bruja de su barrio

Le dio su bendición,

Y la guardo

Como un secreto talismán

En un rincón

De su memoria de juglar,

En espera de la hora

Elegida para el final.

 

Cuando nuestro cantautor

Finalmente se hizo viejo,

Y nadie daba nada

Por estar en su pellejo,

Ese día decidió

Que había llegado el momento

Y se vistió de gala

Para su último concierto;

Y todo el mundo vino

A ver el acontecimiento.

 

A veces se tienen ganas de cantar

Una canción letal.

 

Pero por desgracia

La bruja de su barrio

No había actualizado

Su mágico diccionario,

Y el efecto que produjo

La fatídica canción

Fue algo que casi

Lo mato de la impresión;

Y el solo recordarlo

Me produce un gran temblor.

 

Había en L’Astrolabi

Un silencio sepulcral,

No se escuchaba ni

Siquiera una mosca volar,

Y su cuerpo de pronto

Se fue haciendo transparente,

Mientras salían las palabras

De su boca, y de repente;

Aquel viejo trovador

Desapareció para siempre.

 

A veces se tienen ganas de cantar

Una canción letal.

 

7.

Creer en Dios

La rosa de María

Una noche se marchitó;

Y Mahoma se presentó,

Mahoma apareció.

En ese momento, todo el mundo

De rodillas cayó,

Y Mahoma sonrió,

Mahoma sonrió.

Les habló del paraíso, de una tierra

Más allá de ésta tierra,

En la que todos podrían vivir

Luego de morir en la guerra.

 

Una multitud de Jesucristos

Se tomó las calles

Para desfilar,

Para desfilar;

Pero algo pasó entre ellos

Que de reojo

Se empezaron a mirar

Y se empezaron a picar.

Cada uno declaraba ser

El Jesucristo verdadero,

Y esgrimiendo los maderos

Entablaron una batalla campal.

 

Puedo creer o no creer en Dios,

Como cualquier otro;

Aunque es posible,

Aunque es posible que Dios

No crea en nosotros.

 

Millones de rabinos

Ennegrecen las calles de Israel

Para protestar,

Para protestar

Contra su Mesías que después

De miles de años

Decidió llegar,

Decidió llegar.

Furiosos gritaban los rabinos

Pues no estaban de acuerdo

Que su Mesías decidiera llegar

Bajo la forma de un cerdo.

 

Puedo creer o no creer en Dios,

Como cualquier otro;

Aunque es posible,

Aunque es posible que Dios

No crea en nosotros.

 

8.

El Pacto

Quisieras cortar las alas

Al pájaro de metal

Que muy lejos de ti

Se la va a llevar.

Creíste que existía

Una única verdad

Sobre aquello que entendías

Era la libertad.

 

Pero ella siempre

Tan impredecible

Te enseñó sin saberlo

Que nunca fuiste libre.

Y ahora te quedas medio muerto

Clavado al suelo

Del aeropuerto;

Como un poste reseco

En medio de un desierto.

 

Igual que un barco varado

En una playa sin mar

Ella no hacía otra cosa

Que pensar en escapar.

Y ahora abandona tus brazos

Que como alambres de espino

Limitaron en su abrazo

Su errático camino.

 

Pero ella siempre

Tan impredecible

Te enseñó sin saberlo

Que nunca fuiste libre.

Y ahora te quedas medio muerto

Clavado al suelo

Del aeropuerto;

Como un poste reseco

En medio de un desierto.

 

9.

Causa Perdida

Hubo hombres que hoy nadie imaginaría

Luchando por un ideal,

Hubo quienes perdieron la vida

Por algo más que un trozo de pan.

 

Y no hay nadie en el mundo

Capaz de hacer que esta historia pueda cambiar,

Puede que ya no quede ninguno

Que al cruzar la puerta del siglo veintiuno

No tenga en su vida

Una causa perdida.

 

Las piedras del Muro de Berlín

No tenían nada de belleza,

Cuando cayeron hechas mil

Pedazos, dieron en las cabezas

De quienes pretendieron

Ser los sacerdotes de la libertad,

Y mientras se llenaron de dinero

Vendiendo esperanzas para la sociedad

Otros dieron su vida

Por una causa perdida.

 

Una lucha, una herida,

Utopía esparcida

Por las ramas que brotan

Del árbol de la derrota.

 

Las banderas de la libertad

Se apolillaron con frases gastadas,

Idealismo y sinceridad

Son palabras que hoy no significan nada;

Y mientras los ricos nos roban

Y dicen que todo eso es pura ingenuidad

Aún defendemos sus leyes

Y a menudo pensamos a ver dónde estará

Eso que hoy en nuestra vida

No es más que una causa perdida.

 

10.

Les Prisons de Nantes

Dans les prisons de Nantes,

y’avait un prisonnier,

personne ne vint l’vouère

que la fille du geolier.

Un jour il lui demande,

Et que dit-on de mouè?

 

On dit de vous en ville,

Que vous serez pendu…

Mais s’il faut qu’on me pende,

Déliez moi les pieds,

La fille etait jeunette,

Les pieds lui a délié,

 

Le prisonnier alerte,

Dans la Loire a sauté

Quand il fut sur les rives,

Il se prit a chanter,

Je chante pour les belles,

Surtout celle du geolier.

 

Si je reviens a nantes,

Oui je l’épouserait,

Dans les prisons de Nantes

Y avait un prisonnier.

 

11.

La huida de los jinetes

Dónde se van, dónde se fueron, el tiempo

Borró sus huellas transformándolas en viento

Huyendo van de los soldados,

Sus caballos desbocados,

Los jinetes cruzan el monte

Por los senderos del bosque.

 

La montaña multiplicaba los disparos

En la justicia pocos encuentran amparo

Dicen que cuando los bandidos

Afrontaron su destino

Los sepultó la primavera

En la patria de la frontera

 

La historia esconde el graznido de los cuervos

Y el vino nace de las pisadas del pueblo

Fantasmas que van cabalgando,

El botín de aquel asalto,

Le cuenta por la noche un cuento

A los árboles el viento.

 

12.

Sota un Cirerer Florit

Sota un cirerer florit

murmuri d’abelles,

murmuri d’abelles.

Sota un cirerer florit,

murmuri d’abelles

que m’adormí.

 

Com si s’estronqués la vida,

quan tu vas tancar la porta

em quedà l’ànima morta,

vas deixar-me amb les mans buides.

Al perdre la teva imatge

em va enfonsar l’enyorança

i vaig perdre l’esperança

creient que no tornaries.

 

I així vaig viure

amb les mans buides

i el cor patint.

Res no em quedava,

només somniava

sota un cirerer florit.

 

Però el temps d’estimar és tan fràgil,

quan menys te n’adones es trenca,

se’n va donant-te una empenta

deixant-te un regust amarg.

Avui que els teus ulls em miren,

he tornat a sentir pena,

ell se t’ha girat d’esquena,

i no creus que s’ha acabat.

 

Dius que és un somni,

només un somni,

pobre infeliç!

Vius de mentides,

tens les mans buides,

com jo ahir.